Antes, se confeccionaba con materiales más rústicos y menos lujosos pero fue por la influencia coreana y china cuando se comenzó a introducir la seda.
Como ya sabemos, el estilo del quimono tiene forma de letra “pola”, mangas muy amplias, escote en “tita” y sus colores y estampados recuerdan, inevitablemente, a los paisajes orietales por excelencia.
Podríamos comenzar a enumerar distintos tipos de quimono, como el Uchikake, para los japoneses, una parte de su traje nupcial que hoy en día comienza a extenderse en la confección de trajes de novia occidentales, y muchos otros.
Actualmente, las tendencias que nos inundan de ideas son de la versión más colorida y estampada, con motivos florales sobre todo, mangas amplias y de medio corte, es el más extendido, aunque existen algunos que se atreven con el vestido largo de inspiración oriental, recordando al Furisode. Por eso, esta temporada encontramos a Dries Van Noten, Carolina Herrera, Marc Jacobs o Missoni, que nos proponen para esta primavera el quimono como elemento clave en looks elegantes y muy femeninos.
El look working se pone a los pies de esta prenda japonesa, combinándolo con pantalones con pinzas de corte recto en tonos neutros y lisos, con salones de punta y tacón.
Al igual que durante el día, la noche también se rinde ante el quimono, plagándolo de lentejuelas sobre una seda negra que le da suntuosidad. Elígelo como minivestido y sandalias altas para un look nocturno 100% triunfal.
Otra opción será combinarlos, de forma abierta, sin atar, con faldas tubo y tacón. El zapato plano no es el mejor aliado de esta prenda que viene en clave deluxe para el verano así que súbete a unos tacones y alíate con Japón.
Así pues, esta, también es una forma de unir una cultura extranjera a todo un mundo de la moda y del diseño, con muchos y variados tipos de vestidos y complementaciones.
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